Alevin A 4 - 1 Basilica A, otro pasito más.

Partido sin historia en el campo de Las Torres, donde el equipo verdinegro fue claro dominador del encuentro, si bien no tuvo nada que ver con la efectividad y la movilidad de partidos anteriores.

No cabe duda, que la derrota ayer del Tenerife les relajó un poquito, y cuando se "activaron", pecaron de ansiedad ante la meta contraria, desaprovechando varias ocasiones muy claras, ante un Basílica muy luchador pero que solo llegó a puerta en contadas ocasiones.

Y en cuanto al partido en si se refiere, poco más que reseñar, tres puntitos más y 6 puntitos de colchón, para recibir la próxima semana al Tenerife en casa.

Goleadores:  Borja (2), Owen y Alejandro

Esta temporada, me he limitado a hablar en mis crónicas EXCLUSIVAMENTE de lo deportivo, ya que nada aporta el hablar de cosas que deben quedar en el campo, y que quedan como simples quejas al aire, pero esta vez en el Cardonal no vamos a dejar sin comentar el feo comportamiento de uno de los monitores del Basílica, que cuando acaba el partido se dirige a alguno de nuestros niños para achacarles falta de deportividad tanto de nuestros peques como de nuestro entrenador.

Tu actitud si es muy deportiva, descargando tu impotencia con niños de 11 y 12 años. Se que es duro que cada dos por tres les echen a un monitor del campo por protestar airadamente (hoy otra expulsión en solo 6 minutos de juego, nuevo record), pero no hay que confundir. Te aseguro que tanto los monitores como los niños del Cardonal te dan mil vueltas no solo en futbol, sino tambien en educación. Ni eres  ningun modelo de conducta, ni creo que seas la persona idonea para enseñar ni para exigir deportividad a nuestro club, y menos a nuestros niños.

En fin, que aunque tampoco es que nos importe demasiado tu opinión, si nos duele que se lo digas a niños que no te pueden ni te van a contestar, porque tienen bastante más educación que tu.

Pasamos página y te invitamos a que reflexiones, y que la próxima vez que te de un calentón, ganes o pierdas, no te dirijas más a ningún niño, salvo para darles la mano y felicitarles, lo demás está de sobra.